La publicidad de hoy tiene un problema: demasiado ruido, muy poca conversión. Marcas que pagan fortunas por anuncios que la gente ignora. Estrategias llenas de «awareness» pero vacías de ventas.
Si tu marketing solo genera likes y comentarios, pero no clientes, está roto.
Vamos a solucionarlo.
El error clásico: crear contenido «porque hay que estar en redes». No. Primero define qué quieres lograr. No es lo mismo atraer leads que cerrar ventas.
Ejemplo:
Sin estrategia, el contenido es relleno.
A nadie le importa tu producto.
Le importa su problema.
Si tu mensaje es «somos líderes en el mercado» estás perdiendo dinero.
El cliente es el protagonista, no tú.
Muchos creen que branding es hacer contenido bonito y esperar que la gente recuerde la marca.
Error.
El branding efectivo es el que construye percepción mientras vende.
Apple no solo vende iPhones. Vende una experiencia, una identidad.
Y lo hace mientras te convence de que lo compres ya.
Crea pieza de contenido con un propósito claro.
Si no genera acción, es ruido.
Un anuncio bien hecho no vive solo en Facebook. Lo reutilizas en LinkedIn, en email marketing, en retargeting. Un buen mensaje se exprime hasta la última gota.
Mismo contenido, múltiples puntos de contacto.
Al final del día, solo importan ventas y clientes.
Likes, shares y views no pagan las cuentas. La pregunta clave es: ¿Este anuncio está generando dinero? Si la respuesta es no, ajusta, optimiza o elimínalo.
Si estás invirtiendo en publicidad, asegúrate de que cada dólar gastado tenga un retorno claro. El marketing sin conversión es solo ruido caro.
Hazlo bien o mejor no hagas nada.